En el caso específico de Bill Kaulitz, se produce una atracción involuntaria, irresistible. Lo primero que uno ve es un rostro de facciones delicadas, con algo de niño, de ángel, de virgen... mucho más bello que una mujer bella. Su piel transparente y aterciopelada, similar a los pétalos de la rosa morada, le dan un aire celestial... Su belleza es brutal y ligera a la vez...
Lo único que entiendo con cierta certeza, es que sus rasgos casi duelen de tan bellos y delicados...
Sabiendo que todo lo externo es ciertamente, producto de un proseso interno, sería una tontería quedarse sólo con esta primera impresión sin indagar un poco más allá.
Y es así que uno va descubriendo que tiene una energía muy particular, como un entusiasmo extremo, típico de un nene que sale al mundo por primera vez... Mira, escucha, habla, sonríe, ríe... todo con una intensidad y una franqueza que hace que el resto de los mortales parezcan caricaturas o malos actores. Es expresividad pura. Limpia. Inocente. Creo que cuando Dios imaginó a sus criaturas expresándose, tuvo una imagen muy similar a la de Bill.
Y en esa vorágine de perfección física y frescura de alma, se torna imposible definirlo hombre o mujer. Tiene lo mejor de cada uno. Lo más elevado de cada género. Por eso me atrevo a afirmar que es muy sexual, tremendamente sexual... Tiene la sensualidad de la serpiente... Y ¿quién piensa en ellas en términos de "macho o hembra" cuando se las ve reptar o danzar?Bueno, no voy a hablar de ésto todavía, pero les cuento: en el horóscopo chino ¡¡es SERPIENTE!! Nació el 1º de setiembre de 1989...
Sus ojos
Hay algo en ellos que es tan difícil de describir! Más allá del maquillaje, son rasgados, felinos... Alguna cosa pasa y no sé bien qué es. Su mirada, sí... es inquieta, tremendamente expresiva, cargada de intención... con una dulzura que aplasta, como la de los cachorros de cualquier especie... Y al instante mismo de derramar ternura, asoma un felino adulto que busca sigilosamente su presa. Todo está en su mirada. Tanto que juraría que sus ojos van a estallar en cualquier momento.
Su boca
Su boca infantil de labios inocentes no para de moverse dejando salir palabras y más palabras como un río incontenible. Y es tanto lo que habla que se ve obligado a inspirar por la boca constantemente y es entonces cuando deja asomar sus dientes blancos, pequeños y algo torcidos ¡graciosamente torcidos!
De pronto, estalla en una risa increíblemente luminosa y musical... al rato, deja escapar un grito o una expresión más grande que él mismo... Y como si nada hubiese pasado, vuelve a sonreir con una serenidad y una paz contagiosas. O con la suavidad de un niño triste, tal vez... ¿quién sabe? Como sea, se lo ve tan pero tan lejos de este mundo... tan puro...! Necesariamente tiene que estar lejos de todas nuestras terrenales miserias. Y, como besándose a sí mismo, de vez en cuando aprieta sus labios... y vuelve a sonreir y así sigue durante todo el reportaje... Y sí; si yo fuera él, haría lo mismo. Digo: ésto de besarse.
Sus manos
¡Sus manos! ¿Qué no decir de ellas? Cualquier palabra es grotesca frente a semejante danza de dedos... ¡Son tan bellas, Dios mío! Una obra de arte, una escultura perfecta... Siempre sutiles, haga el gesto que haga... como si careciera de tendones...
Observen a los cuatro TH haciendo el gesto característico para las fotos... ¿Vieron las manos de George, Gustav y Tom? Como las de cualquier mortal, al señalar con el índice, el resto se tensiona en alguna medida... Pruébenlo ustedes mismos, ahora...
Ya pueden disfrutar la mano de Bill... su dedo índice señala con firmeza pero sus otros dedos caen como seguramente lo hacen mientras Bill está durmiendo... ¿Cómo logra ser tan suave hasta en lo más mínimo?
Es una verdadera fiesta observar sus manos en una charla: se ven como palomas blancas que juegan en el espacio... se entrelazan, se sueltan, van y vienen libres e incansablemente... La delicadeza con la que toma cualquier objeto, por ejemplo, el marcador para firmar autógrafos, el mic, un vaso... todo parece haber perdido peso junto a él y en él... observen y no tendré mucho más que decirles. Yo creo que tiene capacidad para tocar el aire o alguna otra cosa que nuestros sentidos no captan. Seguramente puede acceder a otra dimensión donde lo rodean otras... cosas; no sé cómo denominarlo, pero siento que con sus infinitos y perfectos gestos acaricia algo... algo que nosotros no podemos percibir.
Sus pies
Miren a este Bill, acurrucadito, casi con miedo... ¿Quién puede creer que en el escenario se mete al mundo en un bolsillo y trastorna a miles de fans?
Es muy característico en él, reposar uno de sus pies sobre el otro. Como si confiase más en su pie que en el piso... Siempre protegiéndose. Siempre en la búsqueda de sí mismo. -"Quédate tranquilo... aquí estoy"- se dirá, preservándose así de la vorágine de gritos e histeria que lo rodean constantemente. Por la misma razón, supongo, muchas veces se lo puede ver con las manos en sus piernas, o entrelazadas tomándose la rodilla, en fin... tocándose, encontrándose.
El ser deseado por todos, imagino, debe absorver su energía, lo debe desnudar, seguramente... Por eso se besa a sí mismo... se apoya en sí mismo... Y sí: si yo fuera él, haría lo mismo.
0 comentarios:
Publicar un comentario